La arquitectura hexagonal es un enfoque de diseño de software que ayuda a construir sistemas más modulares, desacoplados y fáciles de mantener. También conocida como Ports and Adapters, esta arquitectura está ganando popularidad entre desarrolladores, arquitectos de software y CTOs que buscan soluciones escalables y testables.
En un contexto donde la complejidad de los sistemas crece, adoptar una arquitectura que facilite la integración, el testing y la evolución del código se vuelve clave. En este artículo te explicamos en qué consiste la arquitectura hexagonal, qué problemas resuelve y cómo puedes aplicarla en tus proyectos.
¿Qué es la arquitectura hexagonal?
La arquitectura hexagonal, es un patrón de diseño que separa claramente la lógica de negocio de las dependencias externas como bases de datos, APIs, interfaces gráficas o sistemas de mensajería.
En este modelo, la aplicación se visualiza como un hexágono con puertos (ports) que permiten la comunicación entre el núcleo de la lógica de negocio (dominio) y el mundo exterior mediante adaptadores (adapters).
Principios clave de la arquitectura hexagonal
- Independencia de infraestructura: la lógica de negocio no depende de tecnologías externas.
- Intercambiabilidad de adaptadores: puedes cambiar de base de datos, UI o API sin modificar el dominio.
- Testabilidad: al desacoplar la lógica, se facilita el testing aislado.
- Alta cohesión, bajo acoplamiento: fomenta una separación clara de responsabilidades.
¿Qué problemas resuelve la arquitectura hexagonal?
Muchas aplicaciones tradicionales terminan con una lógica de negocio fuertemente acoplada a frameworks, bases de datos o librerías de terceros. Esto genera dificultades al escalar, testear o migrar componentes.
La arquitectura hexagonal resuelve estos problemas al:
- Reducir la dependencia tecnológica.
- Facilitar las pruebas unitarias y de integración.
- Permitir desarrollos paralelos: diferentes equipos pueden trabajar sobre adaptadores sin tocar el núcleo.
- Hacer el código más limpio y mantenible.
Componentes principales de la arquitectura hexagonal

Capa de Dominio
Esta capa representa el corazón del sistema. Aquí se define la lógica de negocio pura, independiente de frameworks, bases de datos o cualquier tecnología.
Qué incluye:
- Entidades: objetos que representan conceptos clave del negocio.
- Lógica interna: reglas y validaciones que deben mantenerse consistentes en todo el sistema.
- Interfaces de puertos (de salida): abstracciones que permiten interactuar con el exterior.
Características:
- Sin dependencias externas.
- Código reutilizable y testable de forma aislada.
- Define el qué hace el sistema, no el cómo.
Capa de Aplicación (Casos de Uso)
Actúa como orquestador entre la capa de dominio y los elementos externos. Expone casos de uso concretos que indican cómo se debe ejecutar una acción del sistema.
Qué incluye:
- Servicios de aplicación: implementan procesos del negocio combinando entidades y validaciones.
- Lógica de flujo de datos y decisiones: sin lógica de dominio en sí, pero sí coordinación.
- Puertos de entrada: son interfaces públicas que exponen las funcionalidades del sistema para que sean utilizadas desde fuera.
Características:
- Usa entidades del dominio y colabora con puertos de salida.
- Orquesta pasos de negocio sin preocuparse por detalles técnicos.
Capa de Infraestructura
Contiene las implementaciones concretas de los adaptadores y puertos definidos en las capas superiores.
Qué incluye:
- Adaptadores de entrada: APIs REST, controladores HTTP, CLI, interfaces gráficas, etc.
- Adaptadores de salida: conexión a bases de datos, colas de mensajería, servicios externos.
- Configuraciones de inyección de dependencias y herramientas de transporte (ej. frameworks como FastAPI, Spring, Express.js).
Características:
- Aquí se aplican detalles técnicos y específicos.
- Implementa las interfaces de puertos.
- Puede ser fácilmente reemplazada sin afectar el dominio.
Por qué adoptar arquitectura hexagonal mejora tu software a largo plazo
Separar tu aplicación en capas bien definidas — dominio, aplicación e infraestructura— dentro de una arquitectura hexagonal permite construir software sostenible, escalable y adaptable al cambio. Al aislar la lógica de negocio de los detalles técnicos, reduces el acoplamiento, aumentas la calidad del código y facilitas las pruebas automatizadas.
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