Muchas organizaciones han emprendido la llamada transformación ágil basada en el desarrollo ágil de nuevos productos o servicios. Pero, ¿Cómo se mide el éxito de dicha transformación? ¿Cómo sabemos si vamos por el camino correcto? Es este post repasaremos las métricas para lograr la transformación ágil.
Para responder a estas preguntas es indispensable definir métricas que nos proporcionen información para ayudarnos en la toma de decisiones. Lo primero es tener un objetivo claro y medir aquello que nos ayudará a lograr las metas que nos hemos planteado, siempre bajo el enfoque de mejora continua.
Para que las métricas sean útiles debemos recabar datos con los que hacer un análisis de la situación actual y poder valorar si vamos por el buen camino hacia la consecución de los objetivos marcados. Las métricas, en definitiva, son herramientas que nos irán indicando cómo evolucionan los cambios que se vayan realizados en los procesos, servicios o productos, según nuestros objetivos marcados.
Es complicado elegir las métricas que nos permitan tomar decisiones correctas. Las métricas deben ser accionables, es decir, el valor de una métrica cambia como consecuencia de una acción. A veces, nos encontramos con métricas vanidosas como, por ejemplo, el número de descargas de aplicaciones, o leads. Mas allá del número de descargas, seguramente nos daría mucha más información aplicar algún tipo de test A/B para evaluar opciones y sus consecuencias al aplicar un cambio. Otro ejemplo que se usa mucho cuando los equipos comienzan a trabajar con un framework ágil como Scrum, es que se respete el tiempo de la daily. La cuestión es de qué nos sirve que las reuniones diarias de Scrum duren menos de 15 minutos, si el equipo no se sincroniza y solo se disponen a responder las preguntas de rigor.
Métricas Ágiles
Si estamos hablando de una Transformación Ágil, no debemos olvidar que la Agilidad pone el foco en generar valor, entendido como impacto de negocio, mediante un proceso de mejora continua.
Dos de las “métricas ágiles” más usadas son la Calidad y la Velocidad:
- Calidad: se mide como el número de defectos e incidencias en la producción.
- Velocidad: desempeño del trabajo. Numero de PBIs que el equipo finaliza.
Estas métricas no son malas, pero no ponen foco en el valor que estamos aportando al negocio, y muchas veces son usadas como armas contra los equipos.
Por otro lado, las métricas de negocio se focalizan en si el producto satisface las necesidades del mercado. Buscamos construir el producto correcto, en el momento oportuno y para el público correcto.
Así, por ejemplo, en el desarrollo de nuevos productos la estrategia ágil nos recomienda definir un MVP (Minimal Valued Product), que nos permita rápidamente comprobar nuestras hipótesis, corregirlas y volver a iterar con el conocimiento adquirido.
Por eso, para medir cómo las organizaciones avanzan en el camino hacia la Transformación Ágil es necesario hacerlo desde todos los ángulos que abarca dicha transformación. Siguiendo el enfoque de Jason Tide, podemos categorizar las métricas de la siguiente forma:
Categorías de métricas ágiles
- Métricas sobre salud del proceso: enfocadas en el día día del equipo y en evaluar los cambios en el proceso
- Métricas de entrega: enfocadas en los impedimentos del proceso de entrega continua.
- Métricas de desarrollo de producto: para alinear las nuevas features desarrolladas con las necesidades reales de los usuarios.
- Métricas técnicas/código: para determinar la calidad del código y de la arquitectura.
- Métricas de equipos: para promover un ritmo sostenible y el compromiso del equipo.
Una vez que la organización que comienza con la Transformación ha comprendido que el objetivo es generar impacto de negocio, aportando valor de manera constante y confiable, ¿por qué no empezar por medir las bases fundamentales de Agile en la organización?
¿Tenemos una cultura Ágil?
¿Estamos cumpliendo nuestros compromisos? ¿Somos fiables?
¿Construimos productos o damos servicios de calidad?
Solo respondiendo primero a estas preguntas podremos avanzar en la definición de las métricas que nos conduzcan hacia el verdadero objetivo: Impacto de Negocio.