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Una reflexión sobre MWC y 4YFN 2018

Un año más el equipo de negocio de Profile acudió a dos de los eventos tecnológicos más importantes a nivel internacional que alberga Barcelona: el Mobile World Congress y el 4YFN.

Nuestra primera visita nos llevó al 4YFN (Four Years From Now), que celebraba su 5ª edición (quizás una retrospectiva, teniendo en cuenta el nombre del evento, no estaría mal) y ha convocado a más de 20.000 asistentes y más de 600 startups. Porque, al fin y al cabo, de eso va el 4YFN principalmente: de cortejar a cuantos más mejor.

Como muchos sabrán se trata de un acontecimiento que nació bajo el paraguas del MWC como un escaparate para startups que quieren darse a conocer y seducir a uno (o más de uno) de esos 700 inversores que se han paseado este año por las instalaciones. Se trata de una versión low cost del gran acontecimiento que monopoliza la ciudad, pero no por ello menos interesante si lo que buscas es un escaparate de nicho y no tener que sacar la patita entre tanto gigante que hay unas calles más allá. De hecho, ha habido ponentes muy interesantes como, por ejemplo, Carlota Pi, la cofundadora de Hola Luz o Agustín Gómez, el cofundador de Wallapop.

Como cada año, para consolidar la cita y asegurar asistentes, se presentan muchas facilidades para acudir a este certamen a través de grandes descuentos e invitaciones relativamente fáciles de conseguir. Muchas de estas invitaciones te permiten asistir al MWC en su último día. Una muy buena iniciativa que te asegura el pase obligatorio por el 4YFN y así reforzar este espacio de exhibición de las que quizás pueden llegar a ser las empresas que en el futuro ocuparán el espacio que tiene el hermano mayor.
En definitiva: buenas iniciativas, grandes ideas, mucha juventud, kilos de ilusión y mucha gente atenta a lo que ahí se cuece año tras año.

Crónica de 4YFN 2018 en Barcelona

La segunda visita nos lleva, ahora sí, a la perita en dulce: el Mobile World Congress. Es indudable el crecimiento que ha tenido el congreso desde que en 2005 cambiara Cannes por Barcelona como venue del evento. El MWC ha experimentado aumento espectacular de visitantes y de profesionales del sector, más de 107.000 este año, según cifras de la organización; sin olvidar el impacto económico que ha supuesto para la capital catalana, valorado en más de 470 millones de euros.

Esta visita nos ha provocado una serie de sensaciones y reflexiones.

Ahí va la primera y más importante de lo que se cree. Barcelona es una ciudad mediterránea abierta al mar, destino preferido de grandes empresas y no tan grandes del sector tecnológico que escogen la ciudad condal por su cultura, comida, ubicación y… ¡el buen tiempo! ¿A quién se le ocurre poner el Mobile en Febrero? ¿Qué hay de esos meses abril y mayo donde Barcelona puede lucir en su máximo esplendor? Pues no, se celebra en febrero en plena ola de frío y con lluvia, por si queríamos complicarlo más. Suerte que este año no había huelga de transporte. Seguramente que la agenda de presentaciones y mil cosas más que se nos escapan lo impiden, pero, aunque sea por la pataleta, ¡alguien tenía que decirlo!

Entrando a comentar lo que es el evento en sí, nos hemos encontrado con una edición donde una serie de circunstancias externas han hecho desviar un poco el foco. Dejando a un lado temas más coyunturales que seguramente algo han influido (la situación política, la alcaldesa, el rey, etc.), pero que no es el foro donde comentarlas, hemos echado en falta la participación del star system del sector. No hemos tenido la visita de ningún gran personaje. Ya no hablamos de la habitual ausencia de unos de los grandes como Apple que sigue con su “veto” al MWC y a todos aquellos eventos que no sean el suyo. La marca de la manzana mordida sigue manteniendo su hermetismo endogámico, a veces tan apreciado, a veces no tanto… This is Apple, love it or leave it!


Quien ha venido al rescate este año, una vez más, ha sido Samsung con la presentación de su S9 y Sony con su XZ2. También ha tenido su momento de gloria Nokia con su 8810 renovado (el de Matrix, sí), interpretado más como una acción de marketing que de producto en sí. Veremos si Nokia tiene algo que decir o seguirá vagando por el recuerdo de todos como que fue el primero en petarlo, pero también en desaprovecharlo.

En MWC 2018 hemos tenido la sensación de que el mercado del smartphone se sitúa en un estado de madurez donde no aparecen grandes cambios disruptivos. De hecho, 2017 fue el primer año en el que las ventas de móviles han descendido en todo el mundo.

Para calmar la necesidad de novedades, aparece como gran protagonista el 5G (cada vez parece más real, se habla de 2020) y también la realidad aumentada, la virtual, la inteligencia artificial (IA), los robots, el blockchain, los coches conectados, el internet de las cosas (IoT), etc. No es nada nuevo del todo, pero sí que parece que viene para quedarse y que cada vez es más real en nuestro día a día. Así, a falta de una gran revolución en el hardware de los dispositivos, el congreso tiende a ser más trasversal y deja entrar nuevos players no mobile que buscan su espacio.

Como resumen, el MWC nunca defrauda por lo que mueve y por su gran organización, pero sí es cierto que parece que entramos en una época en que todo el universo smartphone se ha estancado un poco y que la siguiente era será para otro tipo de tecnologías y gadgets. Veremos el año que viene si hay un poco más de emoción y farándula en todos los sentidos, porque quizás todos esperábamos un poco más y nos hemos quedado como el tiempo en febrero, un poco chof.

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