Trabajar con un equipo ágil es trabajar con personas: con sus circunstancias particulares, días malos, con sus problemas, ambiciones, miedos y preocupaciones. Por muy buenos que seamos técnicamente, para sacar lo de mejor de todos y trabajar como parte de un equipo, es necesario tener clara una única dirección común en la vamos a trabajar respecto a la organización del trabajo. La gestión de equipos no es tarea sencilla y es clave abordar desde el primer momento diversos aspectos que allanarán el camino hacia el éxito del proyecto.
Conociendo a tu equipo y fomentando valores ágiles
Numerosas son las ventajas si, desde el principio, realizamos sesiones de formación respecto a la metodología a utilizar, ya sea a nivel individualizado o de equipo. El contenido de las mismas dependerá tanto de la experiencia, como de los conocimientos que tiene nuestro equipo con proyectos ágiles.
Sería ideal si antes de comenzar un proyecto nos reunimos para hablar individualmente con cada uno de los miembros del equipo a nivel individualizado, incluyendo al Product Owner.
En ese one to one podemos identificar si ya se ha trabajado con Agile y de qué manera. Nos podemos encontrar personas que han trabajado con agilidad porque ‘tenían un tablero donde movían sus tarjetas’ u otros cuya experiencia con agilidad era con reuniones diarias de 45 minutos de duración. ¿A alguno os suena?
Con una simple conversación podemos detectar ciertas cosas a mejorar o a cambiar totalmente.
Una vez iniciado, a lo largo del desarrollo del proyecto, debemos estar muy pendientes de ir guiando a nuestro equipo para que entienda para qué se realiza cada evento y la finalidad del mismo.
Algunos de los miembros del equipo no saben cómo participar en los eventos porque no conocen los objetivos del mismo, y es que, a veces damos por sentado que todo el mundo sabe en qué consiste una daily y cómo participar en ella. Aquí debe estar muy presente el Scrum Master.
El Scrum Master tiene un gran trabajo haciendo de guía constante tanto para los miembros del equipo de desarrollo como para el Product Owner.
Imaginemos una situación en la que por desconocimiento y siempre con la mejor intención, el Product Owner haga preguntas a cada uno de los miembros del equipo a modo ‘checklist’ en una daily. El resultado que se obtiene no es de alineación entre los miembros del equipo, si no que el equipo se ve cohibido y sin libertad para poder expresar al resto del equipo las tareas con las que está y posiblemente algún tipo de bloqueo o impedimento.
El Scrum Master tiene que tener una relación de confianza con el Product Owner para explicarle la situación que se está produciendo como consecuencia de su intervención en los miembros del equipo, explicándole la finalidad de una daily. Mi compañero Guillermo Rocha ya habló en este blog sobre la relación entre Scrum Master y Product Owner.
Cuando se les dedica tiempo a las personas para saber en qué punto de conocimiento se encuentran y se les explica cómo se va a trabajar, se establece un vínculo y de alguna manera una especie de compromiso a seguir en una misma línea. Es importante que para que esto suceda la persona se encuentre receptiva, así que de nuevo el Scrum Master tiene que usar sus soft-skills.
En este sentido, darse a conocer y preguntar por la experiencia laboral de un nuevo miembro del equipo, nos ayuda a identificar si se encuentra, por ejemplo, en una situación fuera de su zona de confort o a disgusto por el tipo de proyecto.
Si conseguimos detectar este tipo de situaciones en las que nuestro equipo se encuentra antes de comenzar el proyecto, podemos tratar de remediar o tomar medidas para que todos trabajen dando lo mejor de sí mismos.
Y es que, la motivación y la organización juegan un papel fundamental para conseguir el éxito del proyecto.
Prácticas Agile Team en Profile
Me gustaría compartir algunas prácticas que realizamos desde nuestro Agile Team para la gestión de equipos de trabajo.
Algunas están muy asentadas y se han convertido en un MUST. Otras en cambio están en modo experimental y puede que se queden como fijas o las abandonemos con el tiempo según los resultados que obtengamos.
Prácticas para un equipo ágil:
- Hablar con cada uno de los miembros del equipo de manera individual. Así nos conocemos, si es que no nos conocemos de otros proyectos. Hablamos de otras experiencias y posibles expectativas, hacemos una ‘toma de temperatura’ de como se encuentra la persona.
- Reunión de equipo para conocernos entre todos, usando alguna técnica de Management 3.0 o ice-breaker.
- Reunión formativa específica de la metodología en concreto que vamos a usar en el proyecto. Esta será a nivel personal o de equipo según la experiencia que tengan.
- Hablar con el Product Owner, para así establecer una relación de confianza, de resolución de dudas, y establecer fechas y horas para los eventos. Recordarle la importancia de su papel de colaborador como parte del equipo.
- Mantener una comunicación cercana y fluida según se necesite con todos los miembros del equipo.
- Trabajar de manera continua el empoderamiento del equipo de desarrollo y la necesidad de que haya una comunicación directa y fluida entre equipo de desarrollo y PO para tratar las necesidades del proyecto.
- Felicitar el esfuerzo y compartir el éxito. Y celebrar también los errores, ya que hemos aprendido de ellos.
- Regularmente, Profile organiza talleres internos relacionados con temas de Agile, en las que cualquier miembro de la empresa puede participar. En estas formaciones internas hemos hablado de proyectos ágiles, eXtreme Programming y la próxima es “Scrum, todo lo que debes saber”.
En definitiva, si nos mostramos cercanos, estamos pendientes y guiamos con refuerzo positivo, conseguiremos la coordinación e implicación deseada por parte del equipo para obtener los mejores resultados.
¿Y tú qué haces para fomentar la comunicación y la confianza en tu equipo ágil?
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