Por lo general, el estudio de datos recogidos por herramientas como Google Analytics está asociado al marketing digital y a las estrategias de posicionamiento en buscadores (SEO), sin embargo, el análisis de estas métricas es muy valioso para mantener una experiencia de usuario saludable en un producto digital, ya sea una página web, un portal e-commerce, una app móvil, etc.
¿Por qué medir?
El diseño UX (User Experience) o diseño de experiencia de usuario incluye una serie de técnicas para lograr que el usuario tenga una experiencia alineada a sus deseos y necesidades y, a la vez, a los objetivos y propósitos de nuestro negocio.
Por eso se habla del paraguas del UX, que Dan Willis resume así:
Los diseñadores de experiencia recurrimos a la medición en las diferentes fases de vida del producto, investigación, organización, diseño y pruebas. Los datos nos ayudan a localizar problemas y tras aplicar una solución, podemos apoyarnos en ellos para validar las medidas tomadas, corroborar si convierten mejor tras el cambio, y en caso contrario iterar, adaptando el proceso a las metodologías ágiles de desarrollo.
Focalizando el análisis en acciones concretas, estaremos seguros de que la acción aplicada es óptima para nuestro objetivo evaluado.
Herramientas para optimizar la UX de nuestro producto digital
En la red se encuentran múltiples herramientas para recopilar métricas del uso de un producto digital. Para poder trabajar con estos datos, es necesario instalar la herramienta con la antelación suficiente para obtener un buen volumen de información y así poder ser comparada y analizada.
Para mejorar la usabilidad, comenzaremos midiendo el comportamiento del usuario de forma cuantitativa, una funcionalidad que está presente en casi todas las herramientas de este tipo.
Con la información analizada se puede localizar el problema y conseguir una aproximación sobre él, pero resulta difícil reconocer el motivo por el cual el usuario, por ejemplo, no terminó un objetivo. La analítica proporciona datos medibles, pero para conocer el por qué es necesario recurrir a otras técnicas que proporcionen información cualitativa como análisis heurísticos o trabajando directamente con el usuario a través de entrevistas, tests presenciales, relevamiento de modelos mentales…
Aquí te dejamos algunas de las herramientas para medir y valorar UX:
- Google Analytics
- Flurry Analytics de Yahoo
- Kissmetrics
- Piwik
- Crazy Egg
- Adobe Marketing Cloud
Los diferentes análisis que haremos de las métricas obtenidas con estas herramientas nos permitirán conocer mejor a los usuarios y su comportamiento. Esto nos ayudará a realizar los ajustes necesarios en los productos y servicios para optimizarlos y ofrecer así una mejor experiencia de usuario.
¿Qué nos aporta Google Analytics para optimizar UX?
- Información útil para crear Buyer Personas
- Conocer cómo accede el usuario al producto
- Cómo se comporta en el producto (click path, porcentaje de rebote, tiempo dedicado en realizar una tarea, trackeo de eventos…)
- Flujos de navegación
- Tests AB
- Medición de los efectos de los cambios
El éxito del UX también se justifica con los datos
Como ya hemos visto, la información recopilada por la herramienta permite localizar problemas en el producto, pero también sirve para medir el éxito del consultor UX tras su labor.
Google Analytics nos ofrece la posibilidad de comparar diferentes periodos de tiempo. De un golpe de vista podemos ver el antes y el después tras el cambio aplicado:
El ROI (Return on Investment) de un proyecto puede medirse de dos formas: mediante los ingresos generados y mediante la satisfacción del usuario.
- Incremento de ingresos
- Mayor contratación de servicios
- Aumento de la productividad
- Incremento de contactos
- Disminución del porcentaje de rebote
- Menor número de errores
- Disminución de quejas
- Aumento de comentarios positivos
Hay un punto muy importante en la valoración del ROI. En muchos casos, el especialista en UX comienza su trabajo tras la identificación de un problema por parte de la compañía y, por lo general, esto se traduce en un coste mayor que si se contara con él desde el inicio, ya que las estimaciones son más precisas si se estudian desde el principio y se reduce el coste en correcciones y rediseño de los componentes. Esto sin contar con toda la frustración que conlleva recodificar y volver pasar por todos los entornos de producción en cada modificación.
En definitiva, el diseño UX no es una cuestión meramente estética, sino que se enfoca en resolver problemas. Su optimización revertirá positivamente en los resultados del negocio y esto solo podemos hacerlo si confiamos en los datos y apostamos por la medición y el análisis constante.
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